¿Puede la belleza…
Ortelio Rodríguez Alba (Especialista en arte, Museo Nacional de Bellas Artes)
¿Puede la belleza llegar a doler o es que, en su fascinación indomable, salva las almas de un modo desigual a cualquier otra manifestación del espíritu? ¿Puede punzar aquello que amamos y nos da vida? ¿O son sombras de nuestras propias existencias las que nos conducen por un laberinto de pasiones inescrutables, capaz de llegar a confundirnos?
Los sortilegios que envuelven estas interrogantes han ocupado por siglos la mente de grandes hombres y, hoy todavía, muchos se preguntan sobre los misterios de la belleza como una sed rara, difícil de aplacar.
Dayron Gallardo, joven artista plástico cubano continúa indagando, en sus noches de insomnio sobre estos intrincados temas que sacuden la condición humana. Graduado de la academia de Bellas Artes San Alejandro, se confiesa un explorador pertinaz de enigmas que no han sido dilucidados. No es casual, pues, que su próxima exposición lleve por signo el sugestivo título de Beauty?
Ajeno a los dogmas académicos, aunque dueño de un trazo firme que evidencia su recia formación pedagógica, Gallardo se plantea el proceso creativo como enigma, en tanto su experiencia como creador abraza la pintura en sí misma para hurgar en su naturaleza, en sus alcances, en la auto referencialidad que concluye uniendo al artista con la piel de su oficio.
Confieso que cuando le conocí me llevé la sorpresa de escuchar a un joven con cabeza de anciano pues el poder de su mente me condujo por laberintos e intersticios de la creación que se convirtieron para mí en viajes al intelecto de un artista, mas contados por la garganta de un narrador maestro. Me cuesta clasificarle a él y a su obra y el mismo no me lo permitiría: ¿Arte conceptual, nueva figuración, expresionismo light? No puedo, no quiero, no debo poner etiquetas…
Dayron sueña y sueña a veces con los ojos abiertos. Para contemplar sus visiones expondrá próximamente en un sitio amado: la prestigiosa galería Carmelo González. Allí apreciaremos mucho de lo que ennoblece su alma y mucho de lo que la agita, allí podremos contemplar sin cortapisas, sus delirios y sus preguntas y admiraremos, confesión hecha a este comentarista, su relación con el público multiplicado en el espejo de la obra.
Can beauty…
Ortelio Rodriguez Alba (Art specialist, National Museum of Fine Arts)
Can beauty hurt or is it that, in its indomitable fascination, it saves souls in an unequal way to any other manifestation of the spirit? Can it puncture that which we love and gives us life? Or are they shadows of our own existences that lead us through a labyrinth of inscrutable passions, capable of confusing us?
The spells that surround these questions have occupied the minds of great men for centuries and, even today, many still wonder about the mysteries of beauty as a rare thirst, difficult to quench.
Dayron Gallardo, a young Cuban plastic artist, continues to investigate, in his sleepless nights, these intricate themes that shake the human condition. A graduate of the San Alejandro Academy of Fine Arts, he confesses to be a stubborn explorer of enigmas that have not been elucidated. It is no coincidence, then, that his next exhibition bears the suggestive title Beauty?
Away from academic dogmas, although owner of a firm stroke that evidences his strong pedagogical training, Gallardo approaches the creative process as an enigma, while his experience as a creator embraces painting in itself to delve into its nature, its scope, in the self-referentiality that ends up uniting the artist with the skin of his craft.
I confess that when I met him I was surprised to hear a young man with the head of an old man because the power of his mind led me through labyrinths and interstices of creation that became for me trips to the intellect of an artist, but told by the throat of a master storyteller. It is hard for me to classify him and his work and he himself would not allow me to do so: conceptual art, new figuration, light expressionism? I can’t, I don’t want to, I mustn’t put labels…
Dayron dreams and dreams sometimes with his eyes open. To contemplate his visions, he will soon exhibit in a beloved place: the prestigious Carmelo Gonzalez Gallery. There we will appreciate much of what ennobles his soul and much of what agitates it, there we will be able to contemplate without restrictions, his delusions and his questions and we will admire, confession made to this commentator, his relationship with the public multiplied in the mirror of the work.